miércoles, 25 de mayo de 2011

aprendí


Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano y encadenar un alma.

Y uno aprende que el amor no significa recostarse
y una compañía no significa seguridad.

Y uno empieza a aprender… que los besos no son
contratos y los regalos no son promesas.

Y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes…
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que si es
demasiado hasta el calorcito del sol quema.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale.

Y uno aprende y aprende…

Y con cada adiós uno aprende.


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