Ayer

Ayer un día igual a otros, cargado de esa intensidad que llevan mis días últimamente, queriendo hacer todo y terminando haciendo nada, discutir, gritar, se han convertido en escenas cotidianas, no es fácil ver como a uno se le acercan los 18 y hacer una evaluación general de cómo fue la vida, es en estas épocas en que me suelo poner sensible, y ayer caí, sucumbí a la crisis que venia empollando y me exploto en la cara, casi como una escena patética, de una de esas películas conflictivas de bajo presupuesto, totalmente ridículo tirado en el piso llorando, sin saber porque o llorando por todo, las ideas eran confusas todo rondaba por mi cabeza, lo que uno podría llamar padre que no lo es por embarazar a alguien, el amor, el gran mal humano, los ex que parece que el 2011 les despertó el apetito sexual y como uno bien dijo “SOS un buen polvo”, como si uno fuera mas que eso, es extraño pero por unos momentos hundiéndome en esa oscuridad sentí odio, ira, pero por algún motivo era hacia mi, me detestaba no me soportaba, me deje llevar por la situación cortándome las piernas y las muñecas como queriendo sacar ese odio, esa ira hacia mi mismo tratando de exorcizar un demonio dentro de mi propio cuerpo, sucumbí ante mi propia soledad…